21 mar 2013

Día Mundial de la Marioneta 21 de Marzo de 2013

Mensaje Internacional por Roberto De Simóne

 

Mi primer Encuentro con Pulcinella se remonta en mi memoria a los primeros tiempos de mi infancia, cuando Pulcinella formaba parte del imaginario de todos los niños napolitanos. Podías encontrarlo en la calle en las maravillosas cestas de los vendedores ambulantes o en las plazas en las Ferias de San José, de Reyes, del Festival de Piedigrotta, donde se exhiben pequeños juguetes tradicionales. Entre los que sobre sale un pequeño Pulcinella, colocado sobre un tranvía en miniatura y manejado con una varilla que aplaude con las manos portando unos diminutos címbalos de bronce. Otro juego muy popular: un pequeño cono rojo de cartón en el que se puede insertar una trompeta de juguete equipada con una pivetta para reproducir la música de la tarantela tradicional. También formaba parte del juego una pequeña varilla de alambre: cuando se introduce en el cono y es empujada suavemente por el niño hace que el pequeño muñeco Pulcinella suba y baje, su chaleco blanco estaba unido al borde circular del propio cono. Obviamente, el juego, sugiere un movimiento sexual travieso, dando a nuestro personaje un significado fálico, que fue reafirmado también en otros espectáculos tradicionales.

 

Por último, podemos encontrar a Pulcinella en poemas infantiles, canciones infantiles y cuentos de hadas: en resumen, pertenecía a la estructura onírica de la tradición, de forma que poco a poco se tiene acceso a su propósito iniciático, y luego a su significado emblemático más profundo y misterioso.

 

A todo ello contribuyó también el itinerante Teatro de Marionetas Guarattelle en el que los elegantes títeres de Pulcinella, Teresina (su novia), el perro, la muerte, el verdugo y otros se representaban en la Piazza del Gesù, San Domenico Maggiore, Porta Capuana, magnetizando nuestros rostros infantiles, mientras estábamos allí, con la boca abierta, para recibir el Credo de nuestra onírica Biblia.

 

 VOZ DE PULCINELLA

 Puè puè puè puè puè

puere puè puè.

 Mira fuera Teresi',

 Mira por el balcón

 que quiero oír tu bella canción

 

Por último, me gustaría recordar que, incluso en el repertorio tradicional de la "Guarattelle" se pueden encontrar personajes y escenas que parecen estar conectadas a la tradición judía, la tradición española, o la tradición americana e incluso el teatro griego.


Además, el término guarattella es la versión vernácula de Bagattella, (asunto trivial) y viene de la palabra Bagatto, que es uno de los palos más importantes de las cartas del tarot, de origen cabalístico y un vehículo de cuentos y personajes que a menudo encontramos en los repertorios y guiones del teatro de la Guarattella.

 

Me gustaría concluir con una declaración conmovedora que he rescatada de una grabación de la voz del último napolitano guarrattellaro de la vieja tradición, un tal Zampella Nunzio, prematuramente fallecido, que tenía en su ADN todos los cromosomas del antiguo estilo del arte de Pulcinella. Preguntado por la importancia del uso de la "Pivetta" para un titiritero, me dio la siguiente respuesta. 


Zampella: «Es esencial. El arte del titiritero no es fácil; el manejo puede ser simple, pero la imitación es musical, el movimiento es música. Lo más difícil es la doble voz que consiste en alternar la voz natural con la artificial haciendo uso de la pivetta (lengüeta - una especie de silbato). El titiritero debe ser capaz de hacer todas las voces: Mujer, Carabineros, Monje, Pulcinella, la voz del perroe incluso de la muerte. Pero cualquier tontería que digas en el espectáculo debe convertirse en ritmo: las palabras son la música,el movimiento es el ritmo, sólo en este radica la verdadera fuerza de la guarattelle». (21 junio 1975)

 

El títere Pulcinella creado en 1620 inspiró otros diez personajes del teatro europeo popular que, en todo el mundo, supo entretener a su audiencia y darle un espacio de libertad.

 

Les deseo a todos ustedes, en los 5 continentes, un magnífico Día Mundial de la Marioneta!

 

ROBERTO SIMONE.

Director italiano y musicólogo, su interés por la antropología está también presente, entre otros, en

trabajos como Fiabe campane (1993). También ha trabajado como músico y director, a menudo en

colaboración con la Nuova compagnia di canto popolare.

 

Fue director artístico (1981-87) del Teatro San Carlo de Nápoles y dirigió muchas óperas. Nombrado

en 1998 Académico de Santa Cecilia, recibió más tarde el título de Caballero de las Artes y las Letras

de la mano del Presidente de la República Francesa. En 2003, recibió el Premio Roberto Sanseverino.